“Cóncedeme, Señor, serenidad para aceptar las cosas que no puedo cambiar, valor para cambiar las que puedo y sabiduría para establecer la diferencia”.
Reinhold Niebuhr
Las razones por las que una persona se puede estresar son infinitas: laborales, familiares, económicas, emocionales…o ninguna de ellas, porque sentir una amenaza psicológica inexistente produce los mismos efectos fisiológicos que cualquier amenaza real. Si el cerebro piensa o experimenta algo estresante se activan los componentes de la respuesta al estrés de la misma manera que si estuviéramos expuestos a un verdadero agente estresor.